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La Virgen Peregrina sigue conquistando al Perú

Por las alturas de
Orcopampa y Andagua


Galería Fátima. Orcopampa

Entre las actividades más destacadas de la campaña El Perú necesita de Fátima en el último año, figura la visita que la Virgen Peregrina realizó a los distritos de Orcopampa y Andagua —provincia de Castilla, Arequipa— del 1º al 4 de noviembre. Ella quedará para siempre grabada en lo más hondo del corazón y el alma de sus pobladores.

Esta peregrinación al Valle de los Volcanes, fue posible gracias a la iniciativa de un grupo de damas adherentes de la Alianza de Fátima y a las facilidades que brindó la Compañía de Minas Buenaventura, con el objeto de reencender el fervor católico de sus pobladores.

La venerada imagen partió del aeropuerto de Arequipa en avioneta, surcando los cielos por espacio de 20 minutos. Su arribo a Orcopampa coincidió con las festividades del Señor Jesús Nazareno. A lo largo de la primera jornada hubo desfile de carros alegóricos y concurso de danzas folclóricas. Al anochecer la Virgen de Fátima fue llevada a la iglesia para la Misa de Vísperas.

Al día siguiente, durante la procesión, tuvo lugar el emotivo encuentro de las andas del Nazareno con su Madre. Los mayordomos se esmeraron en cada detalle: la decoración de los altares, el colorido de los trajes, las alfombras florales, etc. Seguidamente, en medio de misturas, cohetes, música y aplausos el cortejo se movilizó hasta la mina de Chipmo donde se llevó a acabo la Misa Solemne por la festividad. Por la noche se rezó el santo rosario.

Al amanecer la comitiva emprendió viaje al distrito de Andagua, ubicado a tres horas de distancia. Al oír los gritos de “¡Kausachun Mamacha Fátima!” — “¡Viva la Mamita de Fátima!”, hubo repique de campanas y corrida general hacia la iglesia. Allí la imagen visitante fue recibida por la Virgen Asunta, patrona del lugar.

Andagua

Durante la procesión alrededor del pueblo, los grupos de danzarines se disputaban entre sí, al son de quenas, tambores y violines. La despedida fue una mezcla de pena y gozo, que un poeta espontáneo cantó así: “Adiós Virgencita de Fátima, tus hijos ya nos quedamos con llanto entre los ojos, échanos tus bendiciones a este pueblo de Andagua, échanos tus bendiciones”.

La Virgen Peregrina fue condecorada y declarada Huésped Ilustre por ambos cabildos.