La verdadera penitencia que Nuestro Señor ahora quiere y exige, consiste, sobre todo, en el sacrificio que cada uno tiene que imponerse para cumplir con sus propios deberes.
“Si amamos a Dios sobre todas las cosas, inmolémonos por Él. Si amamos al prójimo como a nosotros mismos, démosle la Fe, nuestro mayor Tesoro” – Plinio Corrêa de Oliveira
Página Mariana
La Virgen del Consuelo
Se trata de una réplica de la Virgen de la Consolación, venerada en el pueblo de Utrera, próximo a Sevilla, y que llegara a Arequipa poco después del establecimiento de los religiosos mercedarios. Su fiesta se celebra, el 21 de noviembre, día de la Presentación de Nuestra Señora.
Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos
El séptimo artículo del Credo nos enseña que al fin del mundo Jesucristo, lleno de gloria y majestad, vendrá del cielo para juzgar a todos los hombres, buenos y malos, y dar a cada uno el premio o el castigo que hubiere merecido.
¿Si Dios es bueno, por qué permite los males?
Dios nunca deja a sus hijos en el abandono, sino que los socorre misericordiosamente. Por ello envió a su Santísima Madre a la tierra, en Fátima, para anunciar que si los hombres no se enmendasen, grandes castigos habrían de sobrevenir.
San Andrés Avelino
El siglo XVI, que vio fermentar la herejía de Lutero y congéneres, asistió también al florecimiento de una pléyade de grandes santos que emprendieron la gloriosa Contra-Reforma católica. San Andrés Avelino fue uno de ellos.
San Juan de Dios, Confesor - San Julián de Toledo, Obispo
+690, d.C. + España. Bajo su dirección, la Sede de Toledo tomó la primacía entre todas las de España. Presidió varios sínodos, revisó y desarrolló la liturgia mozárabe, habiendo sido uno de los más importantes eclesiásticos de su tiempo.