Verdades Olvidadas Origen de la Salve

(Salve Regina)

Algunos atribuyen esta maravillosa oración a Ademar de Monteil (+1098), obispo de Le Puy. Pero su verdadero autor es Hermann Contractus (+1054), un monje benedictino del convento de Reichenau en el lago de Constanza. Ciertamente, la admirable melodía de la Salve Regina también le pertenece. Ya los primeros cruzados la cantaron en 1099, prueba de que era conocida por el pueblo. En los siglos XII y XIII se extendió la costumbre de cantarla inmediatamente después de las Completas, la oración al final del día. Los cistercienses también la cantaban desde 1218 y los dominicos desde 1226.

En 1239, el Papa Gregorio IX introdujo este canto en las iglesias de Roma. Los monjes, con las velas encendidas, se dirigían en procesión hacia un altar lateral y allí entonaban el himno. Al principio, el himno decía: Salve, Reina de misericordia. En el siglo XVI se introdujo la palabra Madre. Desde entonces se lee en el Breviario Romano: Salve, Reina y Madre de misericordia. Las palabras finales de la Salve Regina“Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María”— añadidas en 1146 se atribuyen a san Bernardo de Claraval con motivo de un éxtasis que experimentó en la catedral de Espira (Alemania).

Palabras del Director Nº 233 – Mayo de 2021 – Año XX Calendario del Bicentenario - Mayo 2021
Calendario del Bicentenario - Mayo 2021
Palabras del Director Nº 233 – Mayo de 2021 – Año XX



Tesoros de la Fe N°233 mayo 2021


Las glorias de María Explicación de la Salve Regina
Mayo de 2021 – Año XX Origen de la Salve Calendario del Bicentenario Mayo 2021 Cómo desarrollar una devoción viva a la Santísima Virgen Las glorias de María La Visitación: respeto y deslumbramiento



 Artículos relacionados
La prodigiosa inspiración del Espíritu Santo En los países católicos existe una enorme variedad de panes y postres que se preparan especialmente para Navidad...

Leer artículo

Escalando las más altas cumbres Una montaña desafía al hombre: ¿quién tendrá el valor de emprender la escalada? El desafío está en la atracción. No hay quien no sienta deseos de llegar hasta lo alto. ¡Cuánta energía será necesaria!...

Leer artículo

San Antonio de Padua Cuando estuve en Padua, Italia, visité la famosa Basílica de San Antonio. Recuerdo haber visto, en una columna de su interior, el cuadro de un fraile franciscano robusto, fuerte...

Leer artículo

Riqueza incalculable en la pobreza de la gruta de Belén El acontecimiento más candoroso de la historia llena la tierra de insondables tesoros de alegría, de paz y hasta de esplendor de vida...

Leer artículo

Oración al Señor Crucificado ¿Qué tengo yo, Señor Jesús, que tú no me hayas dado?...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino