El Perú necesita de Fátima Rezad, rezad mucho y haced sacrificios por los pecadores, que muchas almas se van al infierno por no haber quién se sacrifique y pida por ellas.
CampañasTienda VirtualTesoros de la FeDonaciones



«Tesoros de la Fe» Nº 53 > Tema “Las mil devociones a la Santísima Virgen en el Perú”

Página Mariana  [+]  Versión Imprimible
AbcAbcAbc

Nuestra Señora del Triunfo o del Sunturhuasi


«El que pone en María las esperanzas, de mayores incendios no sólo salva riesgos de vida, pero del alma»
(Pedro Calderón de la Barca)



Entre los numerosos acontecimientos de orden sobrenatural que marcaron la cristianización del Perú, ninguno más notable que éste, acaecido en la ciudad del Cusco el 23 de mayo de 1536, tanto por la calidad de sus protagonistas cuanto por las circunstancias apremiantes que le rodearon


Francisco Pizarro, el legendario conquistador extremeño, llegó al Perú en los intersticios de una guerra fratricida, desatada tras la muerte del Inca Huayna Cápac entre sus hijos Huáscar y Atahualpa. Hecho que no puede dejar de considerarse providencial, pues allanó el camino para el dominio europeo y la consecuente implantación de la fe católica en nuestra patria. Muertos los dos enfrentados e irreconciliables hermanos, el experimentado soldado y hábil negociador otorgó la borla imperial a Manco Inca Yupanqui en el Cusco, como símbolo de reconciliación.

Pacificada la tierra, pretendía el Inca que le fuera devuelto el pleno ejercicio del poder; pero tal demanda no figuraba en la agenda de los españoles. Decepcionado, condolido por algunos maltratos sufridos e instigado particularmente por el Víllac Umu —el sumo sacerdote pagano—, el menor de los vástagos de Huayna Cápac decidió levantarse contra los cristianos. Aprovechándose de la ausencia de Almagro, que había partido hacia la conquista de Chile, y de la de Pizarro, que se encontraba en la costa, Manco Inca se retiró al valle de Yucay desde donde clamó por un levantamiento general.

La antigua capital del Imperio fue rodeada entonces por decenas de miles de guerreros, que comenzaron a amedrentar a sus contrarios. Los asaltos continuos que sobrevinieron, fueron ejecutados de tal modo y con tal fuerza, que los cristianos se vieron obligados a parapetarse en un amplio galpón de la plaza, llamado Sunturhuasi, que en quechua significa “casa de armas y escudos”. El cerco se fue estrechando y los atacantes decidieron incendiar las casas adyacentes a la plaza, cuyos techos de paja fueron rápidamente presa del fuego, salvo el del Sunturhuasi que milagrosamente quedó exento. Acorralados por las huestes del Inca, conjeturando un trágico final al sitio que el propio Pizarro sufría en Lima y el fracaso de las sucesivas expediciones que les fueron enviadas en su auxilio, con más de mil españoles muertos en toda la contienda, no esperaban ya más socorro que del Cielo.

Iglesia de Nuestra Señora del Triunfo


“Estando ya los indios para arremeter contra los cristianos, se les apareció en el aire Nuestra Señora con el Niño Jesús en brazos, con grandísimo resplandor y hermosura, y se puso delante de ellos. Los infieles, mirando aquella maravilla, quedaron pasmados: sentían que les caía en los ojos un polvo, ya como arena, ya como rocío, con que se les quitó la vista de los ojos que no sabían dónde estaban. Tuvieron por bien volverse a su alojamiento antes que los españoles saliesen a ellos. Quedaron tan amedrentados que en muchos días no osaron salir de sus cuarteles” (Inca Garcilaso de la Vega, Historia General del Perú, Libro II, Capítulo XXV).

Esta maravillosa intervención de la Santísima Virgen con su Divino Hijo, que alejó las perspectivas de una terrible noche triste como la sufrida por Cortés en la conquista de México, no fue vista por ojo de español sino exclusivamente por los indígenas, quienes transcurridos los hechos contaron lo sucedido.

“Y de aquí nació —continúa Garcilaso— que después de apaciguado aquel levantamiento de los indios, los naturales del Cusco y las demás naciones que se hallaron en aquel cerco, viendo que la Virgen María los venció y rindió con su hermosísima vista y con el regalo del rocío que les echaba a los ojos, le hayan cobrado tanto amor y afición”.

*     *     *

El P. Vargas Ugarte en su Historia del Culto de María, trae una larga relación de autoridades y otros declarantes que dan testimonio del milagro. Hubo dos cronistas presentes en el hecho que lo consignan: Alonso Enríquez de Guzmán y Pedro Pizarro. Los demás, desde Guamán Poma hasta el P. José de Acosta, estuvieron en contacto con los testigos, siendo que los testigos indígenas certifican siempre que la Aparición fue vista por ellos. Tienen los cronistas expresiones como “yo mismo se lo oí a personas fidedignas que lo vieron” (Acosta).

Urna en la que se conservan los restos mortales del Inca Garcilaso de la Vega, en la cripta de la Iglesia del Triunfo


La gratitud de todos aquellos que se vieron directamente favorecidos con la aparición celestial, y de las generaciones posteriores que por la tradición la celebraron, nos han legado uno de los mayores monumentos a la fe de un pueblo. Es la magnífica Iglesia del Triunfo de Nuestra Señora, que adorna el flanco izquierdo de la Catedral del Cusco, levantada sobre los mismos pétreos cimientos del Sunturhuasi.

En su interior se conservan insignes recuerdos de nuestro pasado histórico. En el altar mayor, un portentoso retablo de piedra finamente labrada de 18 metros de altura, se encuentra la célebre Cruz de la Conquista que acompañó desde Panamá a Fray Vicente de Valverde, primer obispo del Perú, en todas sus incursiones evangelizadoras. Y una imagen de piedra blanca, vestida con primorosos mantos, de la Santísima Virgen en su advocación de la Asunción.

En uno de los arcos sobre sus muros, se estampa un enorme lienzo representando la milagrosa descensión de la Virgen Santísima sobre el galpón del Sunturhuasi, rodeada de ángeles; aparecen a su lado el Apóstol Santiago y el Profeta Elías; y debajo, tres príncipes y princesas incas portando sendos cirios en actitud de reverencia.

En la cripta de la Iglesia del Triunfo yacen los restos del ilustre mestizo cusqueño, Inca Garcilaso de la Vega, que oyó en su infancia las primeras narraciones sobre la Virgen del Triunfo, la cual propagó en sus escritos y le fue devoto durante toda su vida.

El demonio, padre de la mentira, reconociendo la inmensa derrota sufrida con la pérdida de la gentilidad, a modo de revancha atizó desde entonces la lucha civil entre los propios conquistadores (que se concretó con la llegada de Almagro al Cusco, después de su desastrosa expedición a Chile) y que vino a retardar por algunos años —pero ya no a impedir— la fulminante irradiación de la fe católica en el corazón de la América meridional.     





  




Artículos relacionados

Nuestra Señora de Guadalupe - La Cuatricentenaria Virgen de Pacasmayo
La Virgen del Socorro de Huanchaco
La Virgen Asunta de Tiobamba
Nuestra Señora de Caype
Nuestra Señora de La Merced
La Virgen de los Desamparados
La Virgen Candelaria de Cayma, Arequipa
Nuestra Señora de Belén
La Mamacha Carmen de Paucartambo
La Virgen que conquistó a Cajamarca







Informe de sus aportes a la Alianza de Fátima ¿Necesita que alguien rece por usted? Advocaciones marianas en el Perú Suscríbase a nuestro boletín


COVID-19
¿El coronavirus es un castigo divino?
La pandemia y los grandes horizontes de Fátima
Mons. Athanasius Schneider: Nos gloriamos en las tribulaciones
Remedio seguro contra la “coronafobia”
Cardenal Raymond Leo Burke: Mensaje sobre el combate contra el coronavirus



Peregrinando
La Revolución de la Sorbona: París, Mayo de 1968
Después de la Crucifixión, el triunfo de nuestro Redentor
Nuestra Señora de la Buena Guardia
Fiesta de la Purificación de María Santísima
El galeón sumergido: símbolo de la esperanza
Loreto, la nueva Nazaret
El Milagro del Sol
San Nuno de Santa María
En la lucha contra el jefe del orgullo sigamos al Príncipe San Miguel
La sagrada Rosa de la Ciudad de los Reyes
La devoción al Inmaculado Corazón de María
El Jardín de Picpus
La gracia de Fátima actuando en Ucrania
Nuestra Señora de la Cabeza Inclinada
La crucifixión y muerte de Jesucristo
Confianza en María Inmaculada aun cuando todo parezca perdido
En este siglo de confusión, oh Madre del Buen Consejo, ruega por nosotros
Navidad
Fátima y el comunismo: dos profecías irreconciliables
150 años de la Comuna de París
San Juan Masías
Rosa de Santa María
Iglesia y Estado: ¿unión o separación?
Remedio eficaz contra los males contemporáneos
Las glorias de María
Santo Toribio de Mogrovejo
La Sagrada Túnica de Nuestro Divino Redentor
Santa Bernadette Soubirous
Corrupción en la sociedad: ¿Existe una solución?
Fiesta de gloria y de paz
Intransigencia de los Santos: irreductible fidelidad a su misión
Cristiandad
El ángel de la guarda, nuestro verdadero amigo
La Asunción de María Santísima
¡Vade retro Satanás!
El Santísimo Sacramento de la Eucaristía
La Madonna de Monte Bérico
Remedio seguro contra la “coronafobia”
El Hijo de Dios condenado por el más arbitrario de los procesos
Santa Jacinta de Fátima: Centenario de su fallecimiento (1920-2020)
La actitud católica frente a la muerte y la concepción materialista
¿Cómo rezar bien el rosario en honor a la Virgen María?
Grandezas y glorias de San José
Presencia diabólica en el mundo de hoy
Los rostros de la Virgen en el Perú
La Visita a los Monumentos - Jueves Santo
Un remedio eficaz contra la amnesia religiosa
Santidad: la verdadera gloria de Francisco y Jacinta



 



Tesoros de la Fe


Nº 257 / Mayo de 2023

París, Mayo de 1968
La Revolución de la Sorbona

Barrio Latino de París, en la mañana del 11 de mayo de 1968, después de los violentos disturbios de la víspera



Solicite aquí la visita de la Virgen Peregrina de Fátima




Santoral

6 de junio

San Norberto, Obispo y Confesor.

+1134 Alemania. De familia emparentada con los Emperadores, pasó su juventud, según sus palabras, “como ciudadano de Babilonia, esclavo del placer y prisionero de sus caprichos”. Un rayo que casi lo fulmina lo llevó a la conversión. Después de dedicarse a la predicación, fundó los Canónigos Regulares Premostratenses. Electo Obispo de Magdeburgo, fue un ejemplo de verdadero pastor de almas.

Más información aquí.






Ayude a difundir el mensaje de Fátima
Alianza de Fátima | Donaciones | Solicite visita de la Virgen | Tienda Virtual

Campaña promovida por la Asociación Santo Tomás de Aquino
Tomás Ramsey 957, Magdalena del Mar - Lima - Perú
..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... ..... .....