¿Por qué llora Nuestra Señora? A dónde lleva la moda de los tatuajes

 

Se realizó a comienzos de año en Caracas, del 26 de enero al 4 de febrero, un festival de individuos tatuados —el “Venezuela Expotatoo 2012”—, donde se presentaron personas que operaron en sí “extremas transformaciones corporales” y tatuajes. Estuvieron presentes cerca de 200 tatuadores de casi una decena de países, entre los cuales el Perú (“El Universal”, 28-01-2012).

Una de las participantes —la mexicana Mary José Cristerna, más conocida como la “mujer vampiro”— además de tatuarse el rostro y usar piercings expansores en las orejas, posee implantes en la cabeza que se asemejan a “cachos”, en una evidente imitación del demonio [foto A]. “Para mí es bonito estar así”, dijo ella a la Agencia France Press.

También se exhibieron “suspensiones de la piel con grandes ganchos de metal”.

Otros optaron por hacerse implantes de silicona en la frente, llevar colmillos en la parte superior de la boca, la lengua bífida como la de las serpientes, agujas y clavos atravesando el cuerpo, además de infinidad de otros tatuajes [foto B].

En diversas ocasiones, en su ilustradísima columna La Palabra del Sacerdote, Mons. José Luis Villac advirtió del inconveniente de los tatuajes: “La cantidad de tatuajes monstruosos que se multiplican ante nuestros ojos demuestra que ellos son estimulados en un sentido revolucionario. Bien hará aquel que se oponga a ese objetivo” (Tesoros de la Fe, nº 122, febrero de 2012).

 

Y el preclaro sacerdote añade: “Si alguien alega no creer en los demonios, pero se hace un tatuaje con una representación de ellos en el brazo o en la espalda, por encontrarlo gracioso o por cualquier otra razón, de alguna forma confiere al demonio algún poder de actuar sobre él” (Tesoros de la Fe, nº 105, setiembre de 2010).

*     *     *

Imaginemos cómo reaccionaría el célebre pintor Fray Angelico si le fuese revelado que un día alguien osaría desfigurar a los personajes de su magnífica obra tatuándolos. Quedaría con seguridad indignado y tal vez hasta desistiera de realizarlas. ¡Imaginemos ahora al Divino Creador, que forjó a los hombres a su imagen y semejanza viéndolos desfigurados de este modo! 

Nada repugna tanto a la razón como una igualdad absoluta entre los hombres Nuestra Señora de los Ángeles de Coatlán
Nuestra Señora de los Ángeles de Coatlán
Nada repugna tanto a la razón como una igualdad absoluta entre los hombres



Tesoros de la Fe N°128 agosto 2012


El Santo Cura de Ars - San Juan María Vianney
Nº 128 - Agosto 2012 - Año XI Nada repugna tanto a la razón como una igualdad absoluta entre los hombres A dónde lleva la moda de los tatuajes Nuestra Señora de los Ángeles de Coatlán Las “nietas de Dios” - III A los padres de familia, un llamado al deber San Juan María Vianney La segunda venida de Jesucristo Vejez: ¿decrepitud o apogeo?



 Artículos relacionados
Bienes del alma en la vida popular Si bien la intención del escultor haya sido la de representar a gente del campo de Judea, en la época del nacimiento de Nuestro Señor, andrajosa, como muchas veces lo eran los pastores en Oriente, no obstante, los tipos humanos, las fisonomías, los gestos y los modos de ser que plasmó en su obra corresponden a personas del ambiente que rodeaba al artista...

Leer artículo

El primer gran hospital nació con las Cruzadas y estaba en Jerusalén Un equipo de arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades de Israel (AAI), máxima instancia en la materia, dirigida por Renee Forestany y Amit Reem, encontró en el año 2013 las ruinas del primer gran hospital del que se tenga conocimiento en la historia de la humanidad...

Leer artículo

Los rostros de la Virgen en el Perú Las primeras advocaciones marianas que se difundieron en el Perú, fueron las que trajeron de su tierra natal los mismos evangelizadores, sean éstos capitanes, soldados o clérigos...

Leer artículo

La fortaleza de Consuegra En esta imagen del castillo de Consuegra (Toledo, España), el fotógrafo supo valorar muy bien el edificio, al enfocarlo solitariamente y hacia arriba...

Leer artículo

Origen de la Salve Algunos atribuyen esta maravillosa oración a Ademar de Monteil (+1098), obispo de Le Puy. Pero su verdadero autor es Hermann Contractus (+1054), un monje benedictino del convento de Reichenau en el lago de Constanza...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino