Verdades Olvidadas Para qué fuimos creados

El cuerpo me dice qué soy, pero no quién soy. El quién es propio del alma. El cuerpo me dice que estoy hecho de carbono, oxígeno, nitrógeno, calcio, hierro, etc. Pero la personalidad, la simpatía, la cordialidad, la amabilidad, la sinceridad, el orgullo, la soberbia, la mentira, el odio, la venganza, son defectos y virtudes espirituales.

Un chequeo médico descubre mi cuerpo enfermo: que soy diabético, que tengo colesterol elevado, o que soy miope; pero al mismo tiempo mi espíritu, mi ánimo, mi alegría, mi optimismo pueden ser muy saludables. Aunque haya cierto influjo entre el cuerpo y el alma, evidentemente el hombre no se reduce a lo que es su cuerpo, sino que es más importante quién es su persona: esto es algo que trasciende la materia.

Vivimos ajetreados. Queremos hacer muchas cosas y no tenemos tiempo para nada. Giramos en círculo y no avanzamos. Y es que no hay horizonte. Muchos ignoran el sentido de la vida. Ignoran el porqué y para quéde la vida. Sin embargo todo ser racional debería preguntarse: ¿Qué hago en la vida? ¿Adónde voy? ¿Qué hay después de esta vida?

Solo quien tenga una respuesta clara puede vivir con optimismo. Esa idea clara, segura, optimista, solo la proporciona la fe.

Toda persona con sentido común tiene que darle un sentido a su vida. Hay que saber por qué y para qué vivo. Mi vida me la hago yo con mis actos. Si no tengo una finalidad es como amontonar ladrillos sin saber lo que se quiere construir. No es lo mismo realizar un trabajo absurdo que trabajar para algo que merece la pena.

No tener una meta en la vida es como subirse a un tren sin saber a dónde me lleva. Tener un ideal en la vida nos da esperanza, alegría y optimismo.

Muchos ponen su ideal en el dinero y en disfrutar. Pero antes o después reconocen su desilusión, porque el componente espiritual del hombre no se satisface con cosas materiales. Lo único que llena al hombre es Dios y el servicio del prójimo. Y estas dos cosas las ofrece la religión. Por eso el creyente que vive su fe es la persona más feliz de la tierra.

 

Jorge Loring SJ, Para Salvarte, San Pablo, Bogotá, 2013, p. 123.

Palabras del Director Nº 208 - Abril de 2019 – Año XVIII Juicio y condenación de Jesucristo, una farsa sórdida y grotesca
Juicio y condenación de Jesucristo, una farsa sórdida y grotesca
Palabras del Director Nº 208 - Abril de 2019 – Año XVIII



Tesoros de la Fe N°208 abril 2019


El Señor de la Justicia Condenado a muerte tras un proceso infame e ilegal
La edad preescolar Abril de 2019 – Año XVIII Para qué fuimos creados Juicio y condenación de Jesucristo, una farsa sórdida y grotesca ¿Cuál debe ser nuestra actitud frente a los escándalos en la Iglesia? Ambientes y formación moral



 Artículos relacionados
El Santo Leño de la Cruz La fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, que se conmemora el día 14 de setiembre, fue instituida originalmente para recordar el descubrimiento del Sagrado Leño por santa Elena...

Leer artículo

El hombre fue hecho para el cielo y no para esta tierra En verdad, dos cosas hay que resaltan hoy día en medio de la extrema perversidad de las costumbres: un infinito deseo de riquezas y una insaciable sed de placeres. De aquí, como de su fuente principal, dimanan la mancha y el baldón de este siglo, a saber, que mientras éste progresa constantemente en todo lo que entraña comodidad y bienestar para la vida, parece sin embargo retroceder miserablemente a las vergonzosas lacras de la antigüedad pagana en lo que es de mayor monta, es decir, en el deber de llevar una vida justa y honrada...

Leer artículo

Hace 470 años el Japón nacía a la fe católica Poco se sabía entonces a respecto de aquel país del Extremo Oriente, si bien que, algunos siglos atrás, Marco Polo escribiera en las memorias de sus viajes que “a 1500 millas de la China había una gran isla, conocida como Cipango. El pueblo es de tez clara, alegre, de bellas facciones, y muy ceremonioso…”...

Leer artículo

El cuarto mandamiento Tanto los padres como los hijos tienen necesidad de examinar regularmente su fidelidad al cuarto mandamiento de Dios...

Leer artículo

Conclusión del Sermón de la Montaña Después de enseñar sobre las buenas obras, la oración y el ayuno, Jesús prosigue tratando de los cuidados que debe tomar el cristiano: —“No acumuléis tesoros en la tierra, donde los consume el óxido y la polilla, y donde los ladrones los desentierran y roban”...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino