Especiales Una Reina, dos coronas

Las coronas que posee la sagrada imagen de la Virgen de Fátima que se venera en la Cova da Iria, en la “capelinha” construida en el lugar exacto de las apariciones de 1917, tienen una historia singular.

Ellas fueron confeccionadas con el oro, la plata y las piedras preciosas entregadas por damas portuguesas, que donaron sus joyas en agradecimiento por el hecho de que Portugal no participara en la Segunda Guerra Mundial.

El resultado de esa iniciativa se entregó a la Casa Leitão & Irmão. La generosidad de las ofrendas fue tal que se fabricaron dos coronas: una de plata dorada y otra de oro con piedras preciosas.

Ambas son coronas de reina, ya que en 1646 el rey Juan IV consagró su reino a la Inmaculada Concepción, en el Santuario de Vila Viçosa, y nombró a la Santísima Virgen reina de Portugal.

Durante varios meses, doce joyeros trabajaron en este proyecto, que tuvo como resultado una obra maestra de la joyería portuguesa. La ceremonia de coronación se celebró en Fátima el 13 de mayo de 1946. A partir de entonces, la Virgen de Fátima empezó a utilizar dos coronas: la corona de plata dorada, que ciñe a diario, y la «corona preciosa», que tiene 313 perlas y 2,679 piedras preciosas engastadas en oro, que solo la lleva en los días de las grandes peregrinaciones.

Casi medio siglo después, en 1984, la «corona preciosa» volvió a cobrar relevancia cuando el Papa Juan Pablo II ofreció a la Santísima Virgen la bala que lo alcanzó en el atentado del 13 de mayo de 1981 en el Vaticano. La bala encajaba a la perfección en el espacio vacío dejado en 1942 en la unión de las ocho bandas que forman la corona.

Palabras del Director Nº 192 - Diciembre de 2017 – Año XVI El reinado social y universal de Cristo
El reinado social y universal de Cristo
Palabras del Director Nº 192 - Diciembre de 2017 – Año XVI



Tesoros de la Fe N°192 diciembre 2017


Una Santa Navidad Alejada del bullicio mercantil y del vacío laicista
Capítulo 15: Los “errores de Rusia” Capítulo 16: “Si no dejan de ofender a Dios” Diciembre de 2017 – Año XVI Una Reina, dos coronas El reinado social y universal de Cristo La Navidad y la Civilización Cristiana San Andrés ¿Ante una blasfemia clamorosa es lícito maldecir? La maravilla de la creación en el movimiento universal de todas las cosas



 Artículos relacionados
Fidelidad a la palabra de Jesucristo Casado sólo por lo civil no se divorció y se casa nuevamente. — Catecismo 1650. Si la persona se casó sólo por lo civil, se divorció y contrajo una nueva unión, no puede casarse por la Iglesia. Muchas personas se casan sólo por lo civil, para evitar la indisolubilidad en el caso de que ‘no resulte’. Aunque no sea matrimonio hubo un enlace, una unión con derechos y deberes...

Leer artículo

Santo Domingo de Silos Natural de Cañas, en La Rioja (España), Domingo nació alrededor del año 1000. De pequeño, apacentaba el ganado de su padre y era muy caritativo. A menudo ofrecía la leche de sus ovejas a los caminantes pobres que pasaban por la zona...

Leer artículo

La Doctrina Católica condena la pornografía El catecismo contiene igualmente una definición de la pornografía y recuerda el deber de las autoridades públicas de impedir la producción y la distribución de material pornográfico...

Leer artículo

Del Juicio Particular - I Dicen comúnmente los teólogos que el juicio particular se verifica en el mismo instante en que el hombre expira, y que en el propio lugar donde el alma se separa del cuerpo es juzgada por nuestro Señor Jesucristo, el cual no delegará su poder, sino que por Sí mismo vendrá a juzgar esta causa...

Leer artículo

La prodigiosa inspiración del Espíritu Santo En los países católicos existe una enorme variedad de panes y postres que se preparan especialmente para Navidad...

Leer artículo





Promovido por la Asociación Santo Tomás de Aquino